Garroferal 72 2 de Diciembre del 2020 Compartir #1 2 de Diciembre del 2020 El sorprendente españolito Otra cosa que sorprende de la forma de ser del españolito, es el uso de juicios peyorativos de unos pueblos con otros, generalmente localidades vecinas. Que el español no se aguanta a sí mismo, lo deja claro la cantidad de definiciones. No es de extrañar, que un pueblo así, tenga un pasado con tantas guerras interiores, y, como toda guerra deja heridas y dolorosas cicatrices incurables, la inquina y el odio se esparce por doquier. Gusta al españolito vejar al contrario, y en las cosas de la bragueta, hace coplas de quien sea. Lean esta: ¿Qué galán sale vergel! ¡con cintillos de diamantes! Diamantes que fueron antes de amantes de su mujer. Su autor Villamediana, en la etapa de los Austrias madrileños. Pero el pueblo llano ya se encarga de despreciar a sus vecinos, y así tenemos estos dichos: De Jaén ni hombre ni mujer, ni aire que venga de él. Hijos de Madrid, uno bueno entre mil. Antes marrano que murciano. Hijo de Sevilla, uno bueno por maravilla. Albacete, míralo y vete. Burgalés: mala res. Buena es Cuenca para ciegos. A los de Guadalajara, ni mirarles la cara. A Huelva una vez y nunca vuelvas. El melero de Muel, que vendía más moscas que miel. En Baeza, orgullo y pobreza. Los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él. El pamplonés, su misica y su putica. Salamanca a unos sana, a otros manca y a todos dejan sin blanca. Si llevas dinero a Estepa, que ni el alcalde los epa. De Cabra, ni el viento, ni el pimiento ni el casamiento. De Daroca, puta o loca. Bueno, podría colocar cientos, pero al ser poco agradables, con estos de hoy basta como ejemplo, pero si quieren conocer más, los coloco. Citar Enlace al mensaje
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